Cuando en una conversación de empresa surgen las palabras “Vídeo Corporativo” la mayoría de gente se echa a temblar. Y no es para menos ya que casi instantáneamente a uno le vienen a la mente conceptos como “día perdido”, “ruido y molestias en la oficina” y principalmente “todo para un vídeo que no va a ver ni cristo por aburrido”.
Y eso es porque quizá tenemos interiorizado un concepto de lo que es el vídeo corporativo que es totalmente incompleto. Normalmente lo reducimos a ese vídeo que se hace dentro de una empresa para mostrar su funcionamiento y que acaba mostrándose en una tele de tubo de un stand de feria de 2m2.
Nada más lejos de la realidad.
El concepto de vídeo corporativo es amplísimo y comprende una cantidad de productos tan grande que para cubrirlos todos se necesita un blog entero.